Estos programas e intervenciones especializadas pueden ampliarse o adecuarse a las necesidades e intereses de los residentes y los objetivos planteados en su plan de atención individualizado en relación con su rehabilitación e integración comunitaria.
Actividades básicas de la vida diaria
Intervenciones y programas dirigidos a mejorar el autocuidado del residente (higiene, imagen, hábitos saludables, etc.).
Actividades instrumentales de la vida diaria
Intervenciones y programas dirigidos a mejorar su autonomía en manejo de dinero, realización de compras, uso de transporte, realización de trámites y gestiones, realización de tareas domésticas, etc.
Rehabilitación cognitiva
Programas estructurados dirigidos a la mejora de las funciones y procesos cognitivos básicos.
Psicoeducación y Educación para la salud
Información sobre la enfermedad mental, cómo manejar los factores de riesgo y de protección, adquirir habilidades para relacionarse con las redes de apoyo profesional de manera autónoma, aumentar la responsabilidad en el tratamiento y aprender a prevenir empeoramientos o recaídas.
Relaciones sociales
Programas e intervenciones para mejorar habilidades sociales y ampliar red social promoviendo el uso de recursos normalizados.
Integración comunitaria
Fomentar y apoyar el contacto e integración en recursos sociocomunitarios para realizar actividades formativas, culturales o de ocio.
Gestión emocional
Aprender a identificar y mejorar emociones, adquirir habilidades para manejar el estrés y problemas cotidianos, fortalecer la sensación de autoeficacia personal.
Convivencia y apoyo mutuo
Desarrollo de asambleas y grupos de apoyo y ayuda mutua.
Ocio y tiempo libre
El objetivo es favorecer una ocupación adecuada del tiempo libre ayudando a través de programas e intervenciones individuales a que la persona ocupe su ocio de modo significativo y adecuado, fomentando y apoyando su participación en actividades de ocio normalizadas que favorezcan su socialización y su integración.
Área familiar
Intervenciones y programas para fomentar en los familiares el autocuidado, mejorar la información y manejo de la enfermedad, aumentar habilidades de comunicación y resolución de conflictos, facilitar apoyo emocional, etc.